Seguro que habéis observado en alguna ocasión, sobre todo en aulas de educación infantil y en las de educación específica, unos carteles con imágenes secuenciadas. Ésto es lo que denominamos pictograma.
Los pictogramas son dibujos o fotos que pueden representar diferentes acciones, conceptos y objetos. Complementan la palabra tanto oral como escrita y, de este modo, los niños y niñas que aún no sepan leer o aquellos con dificultades en el aprendizaje puedan hacerse una idea de qué es lo que se les quiere comunicar. Deben ser totalmente comprensibles sólo con mirarlos, sin necesidad de acompañarlos de la palabra escrita.
Existen varios tipos de pictogramas y dependen de la función que queramos conseguir con ellos:
Por un lado, están los cuentos con pictogramas. Gracias a ellos, podemos iniciar a nuestros hijos/as en el hábito de la lectura desde edades más tempranas, puesto que no necesitarán tener la habilidad lectora totalmente adquirida para poder comprender la historia. Es el caso de los cuentos que combinan palabras cortas y sencillas con dibujos. Cuanto más pequeños/as sean los niños/as, mayor cantidad de dibujos podemos incluir y menos pesada les resultará la lectura del cuento y el seguimiento de la historia. A medida que van teniendo mayor comprensión lectora, podemos ir disminuyendo la cantidad de pictogramas empleados y utilizarlos sólo en las palabras que creamos que puedan presentar más dificultad.
Por otro lado, los pictogramas pueden reforzar la comprensión de las actividades que van a realizarse. Por ejemplo, es muy común en el aula infantil encontrar en el baño un pictograma que indique cómo han de lavarse las manos:
*Abrir el grifo
*Mojarse las manos
*Echar el jabón
*Frotar las manos
*Enjuagar el jabón
*Cerrar el grifo
*Secarse las manos
Cada una de estas acciones irá representada por un dibujo, de manera que, aun sin saber leer, tengan clara la secuencia de acciones que han de llevar a cabo para terminar la actividad de manera satisfactoria, fomentando de este modo su autonomía.
Los pictogramas cobran una especial importancia en el ámbito de la educación específica, sobre todo para personas con TEA (Trastorno del Espectro del Autismo) en el contexto tanto escolar como familiar.
Una de las principales ventajas, que se suma a lo anteriormente descrito, es que van a servir para anticipar y organizar los acontecimientos que van a ocurrir. Ésto sirve de mucha ayuda debido a la rigidez que presentan las personas con este tipo de trastorno ante los cambios de rutina. En este caso y dependiendo de la edad, podemos acompañar los pictogramas de texto, para que se vaya produciendo una asociación entre lo visual y la palabra escrita.
En estos casos, podemos realizar pictogramas fijos, como un calendario semanal, donde las horas de colegio, comida, sueño, baño, etc, sean inamovibles y dejar espacios en blanco, con tarjetas, para colocar y que sea el propio niño/a quien decida qué actividades realizar. De esta manera, estaremos fomentando nuevamente la autonomía, pero a su vez seguiremos presentando una agenda visual a la que el niño/a pueda recurrir para saber cómo tiene organizado el día.
Hoy en día existen numerosos recursos a nuestro alcance, a los que podemos acudir para buscar guías sobre cómo realizar nuestros propios pictogramas, adaptados a casos concretos, pictogramas ya formados para usar en casa o en la escuela y cuentos y libros en éste formato.
En definitiva, el uso de los pictogramas es muy recomendable desde edades tempranas ya que va a proporcionar tranquilidad, seguridad, motivación, fomentar la autonomía y la autoestima. Debemos ser conscientes de su importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por todo ello, desde Imagina tu cuento nos hemos sumado a la idea de facilitar la lectura y hemos comenzado a realizar nuestros cuentos personalizados más infantiles también con pictogramas. Podéis verlo en el siguiente enlace: https://imaginatucuento.es/libro-ivan-y-sus-amigos/
Laura Mezzo Iniesta, TSEI en educación infantil además de Especialista en TEA y atención temprana